miércoles, septiembre 17, 2008

Sociedad Disfuncional

¿Qué cohesiona a una sociedad?, ¿cuál es el cemento que la mantiene unida?, ¿qué nos hace sentir y reclamarnos ciudadanos de una misma sociedad? Muchas respuestas se ensayaron, planteamos una que nos permita entender la sociedad y lo que hace (o deshace) el conflicto cuando irrumpe en su seno. No es la raza, ni la educación, ni los símbolos patrios, ni la cultura la que mantiene cohesionada a una sociedad; sino que sus ciudadanos, si bien persiguen diversos fines legítimos, presumiblemente buscarán alcanzarlos por vías legítimas. Es la legitimidad el espíritu que informa una sociedad, es decir, el basamento uqe lepermite regularse: premia las conductas legítimas y reclama-sanciona a quienes muestran conductas ilegítimas. No es la buena voluntad o la solidaridad la que mantiene a una sociedad ligada, sino que todos sus miembros actúen dentro del marco de la legitimidad, es decir, dando cumplimiento a las normas establecidas. La previsibilidad social se basa en el cumplimiento de las expectativas sobre lo que hará el otro: lo debido, no lo indebido.





Una sociedad empieza a des-ligarse, es cierto, empujada por las desigualdades de clase (estructura) y por la diversidad étnica (cultura), es decir, los bolsillos y la piel están detrás de las fracturas sociales; pero también la anomia: el incumplimiento de las normas que la sociedad se ha autoconferido. La transgresión de las normas ocasiona el surgimiento de comportamientos paradójicos o antiinstitucionales, pues entonces el Estado empieza a premiar las conductas ilegítimas y sanciona o se desentiende de las conductas legítimas. La sociedad no funciona como dijo que iba a funcionar, sino como proclamaba que no iba a funcionar, es decir, camina "patas arriba" (no sanciona a quien incumple las normas) y aparecen las puertas falsas (premia a quien debió castigar). Entonces no avanza la regulación social, sino la desregulación: los comportamientos sociales no corren paralelos a las normas, sino contraviniéndolas. Exactamente en contra ruta. De esta forma nos encontramos ante una sociedad falta de socialización, frente a un agrupamiento humano sin regularización normativa y, por tanto, como es lógico deducir, con total disponibilidad conflictiva.

Y respecto a la manera de encarar los conflictos, por desarrollar una negociación condescendiente (ceder y prometer todo) y no discriminante (no discriminar entre el reclamo legítimo/ilegítimo y los medios legítimos/ilegítimos usados por los actores sociales y, por tanto, el uso impropio de la coerción/negociación). Es decir, vemos una correlación entre crisis de autoridad-anomia y conflicto social.

Desde la percepción de los actores sociales el conflicto y la ganacia se convierten en sinónimos. Para obtener lo segundo hay que lograr lo rpiemro. Así se propaga y consolida el círculo vicioso.
César Rojas Ríos


Fotos: Terra

3 comentarios:

Vania B. dijo...

En resumen, estamos haciendo todo mal.

ERICK dijo...

Así parece...

NiNoSkA NoGaLeS dijo...

Dios bendiga nuestra Bolivia!!!
un abrazo hasta la bitácora!